marzo 24, 2009

Charla de Anabel Salafia - La estructura de la angustia a través de lo siniestro: El fantasma y el sujeto real.

Presentación de Anabel Salafia. La estructura de la angustia a través de lo siniestro. Fragmento de la charla del Sábado 25 de Abril:

Es interesante lo que sucede en el desarrollo freudiano respecto de la angustia. El hecho, como decía, de que se encuentre en el sino de manera latente la función del objeto. Para Freud los ojos son un desplazamiento y una sustitución del pene. La amenaza de castración en la interpretación de Freud cobra eficacia en realización a la muerte del padre de Nataniel a manos de Coppelius. Este último, así como su doble Coppola, no sería sino sustitutos del padre. El temor que el personaje del niño experimenta al respecto de estos sustitutos del padre no se debe sino al hecho de que el padre sea quien encarna a la gente de la castración, y es visto por el niño con una óptica construida a partir de la amenaza y en relación –hay que entender- con el deseo de muerte del padre.

Hoffmann parece profundamente informado respecto de la angustia y su relación con la amenaza tanto como la vinculación de estos elementos y la figura del padre, ya que en varios momentos del relato hace aparecer al padre con sus rasgos deformados convirtiéndose en una "horrenda y repugnante imagen del demonio. Se parecía entonces a Coppelius."

Es muy difícil así captar lo que hay de real que en términos del fantasma se convierte en irreal. Pero es preciso entender que esta "supuesta irrealidad" es la realidad que el sujeto cree en ella; en otras palabras es por esto por lo cual el fantasma es completamente eficaz a nivel de la constitución de los síntomas.

Respecto de los síntomas existe a partir de lo siniestro una fenomenología que revela que el hombre en su relación con el espacio no puede pensarse en términos cartesianos. El cuerpo no puede pensarse como extensión.

La prueba de la connaturalidad del hombre con su espacio la ofrecen los fenómenos relativos a la imagen del espejo. La posibilidad de no reconocer su propia imagen y todas las variantes que corresponden al fenómeno del doble.

Es importante tener en cuenta que si bien muchos ejemplos de lo dicho son encontrados en la literatura fantástica, autores como Hoffmann, Poe, Dostoievski, y Maupassant, han escrito sus historias con los datos que le dictaban sus propias experiencias vividas respecto de lo ominoso en su relación con el espejo.

Lacan encausa su trabajo en primer lugar por la vía del estadío del espejo, en segundo lugar a través de la generalización de ese estadío, que el llamado Esquema óptico. Desarrollo éste que le permite un gran avance, el que se precisa en la fórmula la angustia es no sin el objeto. Ese objeto que es el objeto 'a' es el que debe permanecer no visible en la lógica del Esquema óptico. Este objeto ese el que aparece donde no debe haber nada, la boca del florero que en el esquema es el soporte de la imagen narcisista nos da la lógica de lo siniestro. En la boca de este florero, Lacan sitúa lo que en su álgebra llama - lugar vacío o de la falta. Si algo, cualquier cosa aparece allí "la falta viene a faltar".

Como dije hay una definición de Schelling de lo siniestro que Freud toma en cuenta y que hoy podemos considerar perfectamente lacaniano: Lo ominoso es la aparición o manifestación de algo secreto o que debería permanecer oculto.

Lo que se desprende como definición de Lacan hemos visto que está bastante próxima a esto. Efectivamente, como antes dije, cuando algo viene al lugar de la falta que es en realidad un vacío, cuando algo viene a ese lugar y falta la falta. Podemos hacer equivaler eso, sea lo que fuere, a la presencia o aparición de 'a' que como objeto del deseo no es visible para el sujeto tal como ocurre en el Esquema óptico.

Existe la angustia como señal en el yo de lo que ocurre en el sujeto a nivel del fantasma. Por ejemplo, la presencia de 'a' desencadena la señal de angustia.

Cuando en el pasaje de la libido del yo al objeto, la presencia de 'a' está en juego hay angustia. Se dirá que 'a' está presente siempre en el fantasma:

Pero el sujeto por lo mismo está en fading es decir, ante la emergencia de 'a' el sujeto desaparece.

Hay un tipo de angustia relativa a la falta de la falta o falta de apoyo de la falta. Clínicamente es una cuestión que considero de suma importancia, es decir, el hecho de situar en cada caso el punto en que se operó una sustracción de la falta. La falta es la condición del deseo, de que haya un deseante en un sujeto. La falta es también la carencia del sujeto, carencia con la cual éste puede hacer algo.

La producción sintomática más evidente, si ustedes quieren, no sé cómo decir, o más esperable en algún sentido, de la falta de la falta, es la manía.