agosto 23, 2006

Presentación de Francisco González Cobreros

En "Psicoanálisis en lectura", el Sábado 2 de Septiembre de 2006,
Francisco Gonzalez Cobreros presentó: "La Pulsión en Freud y en los post-freudianos". Dicha charla se realizó en dos encuentros: en el primero Francisco desplegó la pulsión en Freud, y en la segunda, del 23 de septiembre, se dedicó a trabajar la pulsión en algunos post-freudianos.
Fragmento de la primera charla: En realidad quiero decirles a dónde voy con todo esto, tanto recorrido quizá para la tesis que voy a presentar desanima porque es bastante humilde, pero creo que esto es lo que quiero probar: la energética creo que se podrá redefinir a partir de la teoría de las catástrofes, se buscará la manera, será difícil, pero no puede ser abandonada por los analistas. Lo cual quiere decir, que –por supuesto se supone que mi auditorio conoce el estructuralismo, conoce el ataque brutal que a partir del estructuralismo recibe cualquier ideal de fuerza, sobretodo a partir de un trabajo muy conocido y muy importante de Lêvi-Strauss que es sobre los trabajos de Marcel Mauss y la búsqueda de una matematización cualitativa vía el estructuralismo -que no vamos a poder entrar en eso-. De manera tal que yo creo que esto es ineliminable, cuando un analista diga de una paciente que es muy vergonzosa o que de pequeño fue extremadamente excitado o que hubo demasiado abuso, el “muy” es ineliminable. Un analista podría saber lo que dice cuando dice que alguien es muy vergonzoso, y decir mucho de lo que piensa en cuanto al recorrido de la pulsión. Esa es la idea, poder sostener el “muy”.

Fragmento de la segunda charla: Para Melanie Klein el impulso, el drang, tiene una dirección y tiene un objeto, no se puede hablar de un impulso en el aire que después no sé qué, no tiene sentido. Tanto no tiene sentido, y ustedes saben, que un concepto como el de autoerotismo no tiene ningún lugar en su teoría, tanto es así que incluso su primer obra teórica fuerte que son los textos que aparecieron en Desarrollos en Psicoanálisis plantea de que la concepción inicial desde el comienzo hay relación de objeto. Lo cual abre una concepción difícil, distinta, que va a traerle algunos problemas a la Escuela Inglesa en algunas cuestiones. No así en lo que hoy en día se llaman las patologías de border, que creo, son ellos los que las constituyeron como tal. Cuando uno lee a Klein se da cuenta que es muy desprolija aunque sí es impactante, no van a encontrar la elegancia y el pulimiento de los conceptos freudianos y menos todavía los de Lacan. Pero rápidamente uno se da cuenta que barre una barbaridad de fenómenos clínicos y sobre todo aquellas estructuras -después se las voy a tratar de mostrar- que justamente no son bien definidas, lo que hoy en día se llaman las patologías de border; los ingleses no tienen ningún drama en explicarlas, y van a ver por qué.