mayo 13, 2008

Presentación de Marta Beisim: "Los pacientes difíciles"


El sábado 24 de Mayode 2008, MARTA BEISIM presentó "Los Pacientes Difíciles" Comentario sobre un caso clínico en el que se atenderá específicamente a cuestiones transferenciales y diagnósticas.
Fragmento de la charla:
El esfuerzo vano o la desesperanza, nos lanzan a la ideade una figura de la cual habla Freud en “El problema económico de masoquismo”, como una oscura fuerza que metaforiza el poder de la pareja parental. Creemos que el tiempo de estos análisis de los que nos habla Betty Joseph, es el tiempo del destino, en el sentido de que se nos presenta una problemática donde todo se ha jugado ya, en otro tiempo. De modo que en éste, el del análisis, se perpetúa la queja por el cumplimiento inexorable de lo acontecido. El eterno rezongo, la eterna queja de estos pacientes, ¿acaso tiene lugar en el tiempo en el que el análisis transcurre? Todo parece indicar que no, y quizás esa es la vía por la que debería irse. ¿Cómo puntuar un tiempo de análisis, en un análisis a perpetuidad, que siempre fue y que siempre será? Que ya se cumplió y que se cumple lo ya cumplido, y que se seguirá cumpliendo lo que se cumple y lo que se cumplirá, actualizando la queja. La voz de la interpretación debe quejarse por todo lo que no se quejó. Debe transportar a la palabra toda la rabia que en algún momento se enquistó en una posición de retraimiento y silencio. Pero no debe ser la voz de alguien, sino la de la analista, que habla desde un lugar otro, casi como una voz impersonal. Aunque en la última parte de su genial obra “Tótem y tabú” Freud aborda en uno de los apartados el tema de la culpa trágica, y aunque no coincida exactamente con la idea que aquí sustentamos, guarda sin embargo alguna similitud con ella. Freud nos recuerda allí la función del héroe trágico que, habiendo cometido un crimen, sufre por ello, y con su sufrimiento, redime al coro. De esta manera también nos aclara acerca de la función del coro, que comenta los sufrimientos del héroe, simpatizando con él, compadeciéndose de su desgracia, debido a que pesa sobre sus miembros, los de la horda fraterna, la responsabilidad por el mismo crimen. La voz impersonal a la que hacíamos referencia como una manera de trabajar la transferencia en este caso, se hace similar a la función que Freud lee como propia del coro trágico. El sentido que le damos a impersonal, está acotado a la consideración de que no se trate de la voz de alguien, sino de una pluralidad, o de una instancia. Posiblemente la diferencia que podríamos establecer para el abordaje de estos casos, sería la de que el comentario de su sufrimiento, no tendería a simpatizar con el héroe ya constituido, que es lo que ocurre en el polo trágico, sino ubicarlo como tal, como héroe. Es decir, a situarlo en relación con su acto. De este modo, podríamos concluir con Betty Joseph y al mismo tiempo sin ella, que los pacientes que consideramos difíciles o graves, e incluso inanalizables, nos interrogan en el corazón mismo de nuestro trabajo. Y con el paso que hemos intentado dar, en cuanto a plantear qué sería retrabajar la transferencia en los casos que nos fueron presentados, nuevamente creemos que el sentido, ya sea en su forma de buen sentido o de sentido común, es el que nos hace caer en una trampa renovada. Estar a la altura del propio acto implica a veces no querer llegar a ninguna parte, y hacerlo.

2 comentarios:

patry dijo...

como se puede acceder a la charla completa, gracias.
patricia ramos

patry dijo...

como se puede acceder a la charla completa, muchas gracias